El Titanic V/S Arca de Noe

Una Carta de Papa Dios para tu Vida.

El juicio Final

QUE HARE

Mensaje de Salvacion

Rumbo a la casa del alfarero




¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel' (Jeremías 18:6).

INTRODUCCIÓN: Hoy quiero hablar del poder transformador de Dios. Para obtener un vaso o vasija de valor hay que pagar un gran precio. Dios quiere hacer de aquellos que salva, vasijas de honra para El.

I. La orden. "Levántate y vete a casa del alfarero y allí te haré oír mis palabras ..." (v. 2):

1. El profeta Jeremías fue enviado a la casa del alfarero. El lo conocía y sabía donde encontrarlo.

2. La casa del alfarero nos recuerda la iglesia, el taller donde Dios en su gracia divina trabaja sobre hombres y mujeres hasta hacer de ellos recipientes de su Espíritu Santo.

3. El alfarero es una figura de Dios, el cual se especializa en tomar el barro humano y darle la forma que desea.

"Ahora pues, Eterno, tú eres nuestro padre, nosotros barro, y el que nos formaste, así que obras de tus manos somos todos nosotros" (Isaías 64:8).

"Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás" (Génesis 3:19).

"De barro fui yo también formado ..." (Job 33:6).

"Acuérdate que como a barro me diste forma; ¿y en polvo me has de volver? (Job 10:9).

II. La obediencia. "Y descendí a casa del alfarero..."(v. 3):

1. Cuando el profeta Jeremías llegó a la casa del alfarero lo encontró trabajando en la rueda. Cualquiera que llegue hasta la casa de Dios, la Iglesia, lo encontrará trabajando sobre la rueda de la regeneración.

2. El alfarero antes de llevar el barro a la rueda, somete el mismo a un proceso.
Lo selecciona. Hay muchas clases de barro, cada uno con su color y sus cualidades peculiares, que responderán para algo específico. Dios busca su barro en todas partes, no discrimina por la procedencia. Pero es arbitrario en seleccionar y escoger.

"No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros ..." (Juan 15:16).
"Sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fiíerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es para deshacer lo que es" (1 Corintios 1:27-28).

Lo descompone. El alfarero permite que el barro se fermente hasta heder. Entonces es cuando lo ve listo para ser usado.
Dios no obra en nosotros hasta que comencemos a experimentar vergüenza, a confesar nuestros pecados y a mostrarnos tal y como somos.
Cuando delante de Dios admitimos lo que somos, entonces El divino alfarero comienza a trabajar en nosotros.

Lo suaviza. El alfarero tomaba el barro, lo golpeaba, lo pisaba, le daba con el puño hasta ablandarlo, sacándole toda partícula que fuera innecesaria y mezclándolo parejo.
Dios nos tiene que ablandar a muchos de nosotros con las pruebas, para así sacar de nuestras vidas todo aquello que a El no le agrade.
"Como pisa el barro el alfarero" (Isaías 41:25).

Le da forma. Cuando el alfarero pone el barro sobre la rueda, le añade agua y aceite para mantenerlo flexible. Dos cosas que Dios usa para hacernos flexibles son : La Palabra y el Espíritu Santo.

En la rueda se ponía el barro para que girara y el alfarero le fuera dando fonna y diseño. Esa rueda nos habla de los cultos de adoración, la oración habitual, la lectura bíblica diaria, las pruebas, las aflicciones y esos momentos cuando Dios nos tiene girando y no entendemos por qué.

Para cada persona Dios tiene una rueda. Para el laico le tiene su rueda y para el clérigo le tiene la suya también. ¿Sobre qué rueda te tiene Dios girando?

III. La vasija. "La vasija de barro que se hacía se echó a perder ..."

1. El barro no quiso rendirse en sus manos.

"Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Porqué me has hecho así? (Romanos 9:20).
"¡Ay del que pleitea con su Hacedor! ¡el tiesto con los tiestos de la tierra! ¿Dirá el barro al que lo labra: ¿Qué haces?..." (Isaías 45:9).

2. El alfarero es paciente, vuelve de nuevo a tomar el barro, lo pone a girar en la rueda y hace otra vasija.

"¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? (Romanos 9:21).
3. El que se deja formar por las manos del alfarero divino será vaso de honra.
"Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra" (2 Timoteo 2:20-21).

4. El proceso final de la vasija de barro es muy llamativo. Después que recibe la forma, se le pone en un horno donde es calentada hasta que alcanza su nivel de dureza. En el horno de Dios es donde tomamos consistencia y madurez de carácter.
Luego se pinta decorativamente y se le vuelve a meter en el horno para fijar la pintura y darle el brillo. Dios nos tiene que seguir metiendo en el horno, aunque otros nos vean terminados y completos.

Finalmente, la obra tiene que ser juzgada. Es posible que en vez de salir bien del homo, salga con algún defecto. Dios se encarga de trabajar y de corregir nuestros defectos.

CONCLUSIÓN: Dios te quiere cambiar, te quiere transformar, pero tienes que descender a casa del alfarero (la iglesia y el altar),

Le Invitamos a recibir a Cristo como su unico y suficiente Salvador

Repita con fe esta oracion
Señor Jesucristo: Gracias porque me amas y entiendo que te necesito. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Señor y Salvador. Ocupa el trono de mi vida. Hazme la persona que tu quieres que sea. Perdona Señor todos mis pecados y lava mi corazón con tu sangre preciosa. Anula y quebranta en mi vida toda maldición generacional que venga a través de mi apellido. Inscribe mi nombre en el libro de la vida, prometo Buscarte y seguirte y estudiar tu palabra para que sea una lámpara en mi camino.

Señor Jesús! te pido nacer de nuevo en la regeneración de tu Espíritu Santo en mi corazón. hazme un hombre nuevo . Gracias por haber entrado en mi vida y por escuchar mi oración según tu promesa, reconozco que ahora soy tu hijo amado. Amen